domingo, 13 de enero de 2008

añoranzas


Hace muchos años me enamore de un joven de ojos negros y pequeños, alto y grueso , que me abrazaba y yo cabia perfectamente entre sus brazos, crei que seria el amor de mi vida y todo transcurria perfecto , tardes sentados en el parque, domingos de risas y besitos cargados empalagoso amor juvenil, pero un dia se atravezo por nuestro camino una chica con mi mismo nombre, que comenzo como amiga suya y termino ocupando mi lugar en su tiempo y su corazon.

En las tardes de lluvia lo recuerdo, sus mirads, sus risas, su olor.

Se quedo a vivir en mis recuerdos . A veces quisiera verlo, reencontrarlo, luego me veo en el espejo y me desencanto, me avergonzaria toparme con el y descubriera los estragos que el tiempo dejo en mi, prefiero recordarlo como el tiempo lo conservo en mi memoria, joven, hermoso, risueño, mio...


QUE DIABLOS HAGO AQUI


Creo que de entrada es la pregunta que cientos, miles o millones nos hacemos a diario o cuando nos agarra la depre.

Yo me lo he preguntado desde que tengo uso de razón, igual y porque fui uno de esos productos del descuido sumado a la calentura juvenil, o porque mi madre quería un varón y tuvo que conformarse con una niña, no lo se, pero recuerdo que desde que comencé a ver el mundo con ojos de niña y ya no de bebe me pregunte lo mismo.

Ahora a mis treinta años de edad habiendo vivido mas de lo que creí que viviría algún día, atascada de experiencias que allá en la lejanía de mi juventud parecen sacadas de una película de Tim Burton, me sigo preguntando que demonios hago aquí.

Si alguien ha descubierto la respuesta ojala me la mandara para saber que diablos hago conmigo y repartir ese conocimiento que le servirá a mas de uno.

Dicen algunos que vinimos a dejar una huella de nuestro paso por este mundo, y que para trascender hay que tener un hijo, sembrar un árbol y escribir un libro.

OK lo del hijo tal vez sea lo mas salvable de este asunto, porque si logramos criar a un hijo que al final resulte un ser de provecho creo que al menos habremos logrado algo, sembrar un árbol, pues he sembrado un chorro, lo malo es que yo los siembro y por cada uno el resto del mundo se empeña en derribar 100, así que de verdad no se si ese aporte sirva de algo.

Escribir un libro?, pues eso depende del punto de vista del lector, porque podría tanto escribir una obra maravillosa como 100 años de soledad (y aprovecho para mandarle un beso en su frentesota al gabo, plis no te nos vallas, te necesitamos) o bien terminar escribiendo un churrazo como las memorias de la uñas rascahuevo de Niurca y allí la verdad no creo que la humanidad se beneficie en nada.

tons en que quedamos.