Recuerdo que cuando era niña pasabamos todas la vacaciones en el rancho de los abuelos, la verdad me hiso muy bien conocer tanta naturaleza, cortar las frutas directo de los arboles, ver nacer a los pollitos, tomar leche recien ordeñada, ir a la capa de bueyes, hoy el pueblo ya no es como lo conocí, aún asi tiene lugares que me llevan a mi niñez con solo mirarlos, los olores son capaces de transportarme a las mañanas en que mi abuela preparaba pan en una mesa de madera y me daba mi pedacito de masa para que hiciera el mio, esperando afuera del horno de barro para verlo salir y comermelo caliente, el horno sigue alli, mi abuela no, y jamas ningun pan sabra como el de mi abuela.
Estar hoy en el rancho es regresar y reconocerme en aquella chiquilla flaca que corre enmedio del campo.
Estar hoy en el rancho es regresar y reconocerme en aquella chiquilla flaca que corre enmedio del campo.
